Rebelión Humanista

lunes, mayo 01, 2006

REBELIÓN HUMANISTA

1.- SITUACIÓN ACTUAL

Desde el principio de su historia, la humanidad evoluciona trabajando para lograr un futuro mejor.

Sin embargo hoy, a pesar de los avances, los poderosos en su afán de conservar y acrecentar su poder, utilizan la fuerza económica y tecnológica para empobrecer, oprimir y matar en muchas regiones del mundo.

Con este proceder, se está poniendo en riesgo el futuro de las nuevas generaciones y el equilibrio general de la vida en el planeta.

Así, se hace evidente que vivimos en una época de crisis y ni las sociedades, ni los grupos humanos ni las personas escapan a la desorientación general.

Sea cual sea nuestra situación particular, sea cual sea el lugar donde hayamos nacido y el entorno que nos haya tocado, todas las personas sin excepción padecemos el embate de esta crisis en nuestra vida diaria.

A menudo vislumbramos el futuro general como una extensión de nuestro futuro particular, siendo que bien al contrario, el futuro de un individuo en particular (mas allá de sus pequeños “éxitos” y “fracasos”) está fuertemente determinado por la dirección de la sociedad en la que está incluido.

Entonces, si nosotros no influimos decididamente en nuestro entorno para producir cambios que nos acerquen a los mejores valores humanos, el entorno va a influenciarnos con sus antivalores.

Sin embargo, a veces, nos resulta difícil ver cómo el sistema en el que vivimos inmersos afecta nuestras vidas y nos empequeñece y debilita día a día.

En esta época crítica, el atropello a la dignidad humana muchas veces se nos presenta disfrazado con slogans publicitarios de moda, aparentemente beneficiosos.

Así por ejemplo:

A la violencia se la disfraza a veces de “seguridad policial” o de “efectos colaterales”.
A la injusticia se la justifica en ocasiones con expresiones como “...siempre hubo ricos y pobres”.
Al atropello en algunos casos, se lo publicita como “flexibilidad laboral” o “competencia”.
Y la discriminación se manifiesta cuando nos explican que un lugar o un país “se reserva el derecho de admisión” o que “no cumplimos con el perfil requerido para un determinado puesto laboral”.

En esta sociedad todavía prehistórica somos premiados o castigados, se nos aplaude o se nos degrada según nos acerquemos o no al “éxito económico”. Este “éxito económico” nos proporcionará, algún día, a nosotros o a nuestros hijos “la calidad de vida” que nos merecemos como obedientes y sufridos ciudadanos (¿?).
Por otro lado, en el campo de la conducta personal existen numerosas argumentaciones que justifican la inacción. Y nosotros, gente común, podemos encontrarnos en ocasiones, sin darnos cuenta, haciéndoles el juego a esas argumentaciones.

Por ejemplo:

Al individualismo se lo justifica con expresiones del tipo “no tengo tiempo...tengo muchas cosas que hacer y muchos problemas que resolver. Además, ¿a mi quién me ayuda?”.
La desconfianza hacia todos y hacia todo, se escuda en la “necesidad de protegerse ante las agresiones de los demás”.
El encierro y la incomunicación explicando que “soy un incomprendido”, o bien que “con la gente no se puede hablar” o sencillamente “estoy cómodo en mi casa, llamo por teléfono y me traen de comer, aprieto un botón y me conecto con el mundo a través de la televisión o la computadora”.
La indiferencia se argumenta expresando que “lo que les sucede a los demás no tiene nada que ver conmigo”.
Y la resignación aparece cuando alguien dice “no vale la pena intentar nada porque todo va a seguir igual”.

Tengamos en cuenta que el individualismo, la desconfianza, el encierro, la incomunicación, la indiferencia y la resignación facilitan el sometimiento por parte de la minoría opresora.
Es por esto que los poderosos, con su mala fe, promueven estas actitudes y conductas, y alientan la fuga (droga, alcohol, propaganda decadente), a fin de manipular o eliminar todo intento de rebelión.
Y con los medios de comunicación a su disposición, degradan y cubren de sospecha toda acción que vaya en contra de sus intereses o que cuestione el “orden o el desorden (¿?)” establecido.

Además, desde el punto de vista de nuestra propia vida, la rebelión es también una necesidad de supervivencia en esta sociedad deshumanizante.
Por esto, consideramos a la rebelión como un “antídoto” o una “vacuna” que impide a los antivalores ingresar o fortalecerse dentro nuestro.
Porque es claro, que si no hacemos nada coherente en otra dirección, la inacción nos puede llevar en 5 o 10 años a convertirnos en el mismo tipo de persona que hoy criticamos

Así, nunca antes el mundo estuvo tan comunicado y sin embargo las personas padecen cada día más una angustiosa incomunicación. Nunca los centros urbanos estuvieron tan poblados, y sin embargo la gente habla de “soledad”. Y nunca antes hubo tanto acceso a la información y a la vez tanta indiferencia, impotencia y resignación.

2.- EL DERECHO A LA REBELION

A lo largo de la historia, en los innumerables conflictos sociales, nunca los opresores han mejorado las condiciones de vida de los oprimidos por propia comprensión y bondad.
Fue la unión, el reclamo y la rebelión de los explotados, marginados y discriminados, lo que modificó el orden social hasta ese momento incuestionable.
Estas constantes rebeliones han acelerado el progreso humano, así como la acción de los opresores lo han retrasado o detenido.

En este momento en que nuestros derechos económicos, sociales, e individuales, se pisotean cotidianamente, el único derecho siempre latente y que no nos podrán arrebatar, es el derecho a la rebelión.
Una rebelión sin violencia, una rebelión organizada y con inteligencia, una rebelión donde la fuerza esté en el espíritu de los que luchan por una causa justa.
Una rebelión que proponga establecer nuevos usos y no se conforme con frenar o atenuar los abusos.

Por ejemplo:

Una rebelión que se disponga a eliminar la explotación en lugar de proponer que la explotación sea más leve.
Una rebelión que impulse un nuevo sistema económico donde el progreso sea de todos y para todos en lugar de proponer un “capitalismo humanizado”.
Una rebelión que emprenda acciones para erradicar el hambre y la pobreza en lugar de un gradualismo interminable.

En este sentido aspiramos a que miles de jóvenes (en edad o espíritu) hagamos crecer la rebelión en dirección humanista, actuando organizadamente frente al desorden, alegremente frente al aburrimiento, con resolución frente a la apatía y solidariamente frente al egoísmo.

3.- REBELIÓN HUMANISTA

REBELION HUMANISTA es una red de miles de jóvenes y grupos sociales, en rebelión contra la injusticia, la indefinición personal y la falta de un futuro querido.
REBELION HUMANISTA se define como una organización que da a conocer las contradicciones del sistema dejando de lado los retoques cosméticos y promoviendo cambios profundos en lo social y lo personal.
REBELION HUMANISTA considera que su crecimiento depende, en gran medida, de la creatividad de sus integrantes en el modo de denunciar las injusticias sociales y de proponer y llevar adelante situaciones superadoras.
REBELION HUMANISTA utiliza la metodología de la no-violencia activa, en sus múltiples modos. (Ver anexo 2).

REBELION HUMANISTA adhiere a las propuestas básicas del Partido Humanista, la Comunidad (para el desarrollo humano) y el Centro de las Culturas, organizaciones que expresan los ideales humanistas en campos específicos como la política, la cultura y las relaciones entre las distintas culturas.
REBELION HUMANISTA se orienta a generar “efectos demostración”(1)* que muestren en la práctica que en un lugar está funcionando un nuevo sistema.
REBELIÓN HUMANISTA se inspira en las ideas y propuestas del Nuevo Humanismo y hace suya la siguiente definición (2)*:
“. . . El progreso de la humanidad, en lento ascenso, necesita transformar a la naturaleza y a la sociedad eliminando la violenta apropiación animal de unos seres humanos por otros. Cuando esto ocurra, se pasará de la prehistoria a una plena historia humana. Entre tanto, no se puede partir de otro valor central que el del ser humano pleno en sus realizaciones y en su libertad. Por ello los humanistas proclaman: "Nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de otro". Si se pone como valor central a Dios, al Estado, al Dinero o a cualquier otra entidad, se subordina al ser humano creando condiciones para su ulterior control o sacrificio. Los humanistas tienen claro este punto. Los humanistas son ateos o creyentes, pero no parten de su ateísmo o de su fe para fundamentar su visión del mundo y su acción. Parten del ser humano y de sus necesidades inmediatas. Y, si en su lucha por un mundo mejor creen descubrir una intención que mueve la Historia en dirección progresiva, ponen esa fe o ese descubrimiento al servicio del ser humano.
Los humanistas plantean el problema de fondo: saber si se quiere vivir y decidir en qué condiciones hacerlo.
Todas las formas de violencia física, económica, racial, religiosa, sexual e ideológica, merced a las cuales se ha trabado el progreso humano, repugnan a los humanistas. Toda forma de discriminación manifiesta o larvada, es un motivo de denuncia para los humanistas.
Los humanistas no son violentos, pero por sobre todo no son cobardes ni temen enfrentar a la violencia porque su acción tiene sentido. Los humanistas conectan su vida personal, con la vida social. No plantean falsas antinomias y en ello radica su coherencia.
Así está trazada la línea divisoria entre el Humanismo y el Antihumanismo. El Humanismo pone por delante la cuestión del trabajo frente al gran capital; la cuestión de la democracia real frente a la democracia formal; la cuestión de la descentralización, frente a la centralización; la cuestión de la antidiscriminación, frente a la discriminación; la cuestión de la libertad frente a la opresión; la cuestión del sentido de la vida, frente a la resignación, la complicidad y el absurdo.

Porque el Humanismo se basa en la libertad de elección, posee la única ética valedera del momento actual. Así mismo, porque cree en la intención y la libertad distingue entre el error y la mala fe, entre el equivocado y el traidor . . .”

Organización de REBELIÓN HUMANISTA

  • Se organiza de diversos modos con el criterio de “adaptación creciente” (3)* según el medio en el que actúe.
  • Alienta al intercambio y a la comunicación entre los distintos grupos que la componen y al encuentro periódico de sus integrantes.
  • Anima al protagonismo social apoyando la puesta en marcha de iniciativas e intentos que tengan como objetivo el mostrar los conflictos y contradicciones de este sistema antihumanista.
  • Considera como prioridad, la máxima difusión de sus ideas y de sus acciones puntuales.
  • Se autofinancia en sus gastos de movilización y difusión.
  • Una persona o un grupo de personas son parte de REBELION HUMANISTA cuando se suman a un equipo y alientan. a su medio inmediato en dirección a la rebelión.
REBELION HUMANISTA está abierta a:
  • Generar redes de comunicación y acciones coordinadas en distintos lugares del mundo.
  • Ampliar nuestra mirada sobre el mundo y nuestra vida, compartiendo el intercambio y la comunicación entre los distintos grupos y culturas.
  • Diversificar los modos de participación atendiendo a las particularidades de los grupos o individuos.

Sugerencias para los miembros de la red

  1. Prioriza lo conjunto por sobre lo personal.
  2. Esfuérzate por realizar lo acordado en conjunto.
  3. Se recíproco entre lo que recibes y lo que das.
  4. No respondas con violencia a las provocaciones.
  5. Confía en los compañeros de la red y en ti mismo.
  6. Fortalece tu alegría y nunca te desanimes.
  7. Intenta ser compasivo con los errores de otros y los propios.
  8. Disponte a hacer lo mas difícil y deja para otros lo mas fácil.
  9. Considera que tu coherencia suma y multiplica, y tu incoherencia resta y divide.
  10. Aviva tu rebelión y jamás te resignes.

CONSIDERACIONES FINALES

“A diferencia de otras épocas llenas de frases huecas con las que se buscaba reconocimiento externo, hoy se empieza a valorar el trabajo humilde y sentido mediante el cual no se pretende agrandar la propia figura sino cambiar uno mismo y ayudar a hacerlo al medio inmediato familiar, laboral y de relación. Los que quieren realmente a la gente no desprecian esa tarea sin estridencias, incomprensible en cambio para cualquier oportunista formado en el antiguo paisaje de los líderes y la masa, paisaje en el que él aprendió a usar a otros para ser catapultado hacia la cúspide social.

Cuando alguien comprueba que el individualismo esquizofrénico ya no tiene salida y comunica abiertamente a todos sus conocidos qué es lo que piensa y qué es lo que hace sin el ridículo temor a no ser comprendido; cuando se acerca a otros; cuando se interesa por cada uno y no por una masa anónima; cuando promueve el intercambio de ideas y la realización de trabajos en conjunto; cuando claramente expone la necesidad de multiplicar esa tarea de reconexión en un tejido social destruido por otros; cuando siente que aún la persona más "insignificante" es de superior calidad humana que cualquier desalmado puesto en la cumbre de la coyuntura epocal... cuando sucede todo esto, es porque en el interior de ese alguien comienza a hablar nuevamente el Destino que ha movido a los pueblos en su mejor dirección evolutiva, ese Destino tantas veces torcido y tantas veces olvidado, pero reencontrado siempre en los recodos de la historia. No solamente se vislumbra una nueva sensibilidad, un nuevo modo de acción sino, además, una nueva actitud moral y una nueva disposición táctica frente a la vida".

Silo.

Cartas a mis amigos.


(1)* - Efecto demostración - Se usa, en el N. H., para señalar un acontecimiento social capaz de actuar ejemplarmente en puntos contiguos o aún muy alejados. En este último caso, las comunicaciones cada día más veloces y numerosas contribuyen a estrechar distancias, por lo que el e. d. tiende a ser más frecuente. Por otra parte, la similitud de situaciones estructurales en un sistema que se mundializa, hace que el e. d. se “importe” y “exporte” con mayor facilidad. La importancia de este fenómeno radica en que muestra la posibilidad de incorporación de un acontecimiento en ámbitos más amplios que aquellos en los que tuvo su origen. Este es un caso de influencia “débil” que sigue un recorrido inverso al de las corrientes “fuertes” que se imponen a las culturas o a los medios sociales cada vez más dependientes. El fenómeno de las influencias recíprocas entre medios distantes es hoy observable en diferentes actividades. Se debe tener en cuenta que ninguna formación social o cultural permanece pasiva, sino que actúa con el e. d. de pequeña o gran escala y que éste se modifica al caer dentro de un nuevo ámbito. La serie de efectos demostrativos que puede generar la diversidad cultural enriquece, sin duda, el actual proceso de mundialización.

(2)* - Cartas mis amigos, SILO – Sexta carta.

(3)* - Adaptación creciente. Extraído del Libro de La Comunidad

“...Consideremos el tema de la dirección, de la coherencia que queremos lograr. Adaptarnos a ciertas situaciones tendrá que ver con esa propuesta, porque adaptarnos a lo que nos lleva en dirección opuesta a la coherencia es una gran incoherencia. Los oportunistas padecen de miopía respecto a este tema. Ellos consideran que la forma de vivir es la aceptación de todo, es la adaptación a todo; piensan que aceptar todo, siempre que provenga de quienes tienen poder, es una gran adaptación, pero es claro que su vida dependiente está muy lejos de lo que entendemos por coherencia.
Distinguimos entre una desadaptación, que nos impide ampliar nuestra influencia; una adaptación decreciente, que nos deja en la aceptación de las condiciones establecidas y una adaptación creciente que hace crecer nuestra influencia en dirección a las propuestas que hemos venido comentando. La adaptación, si es creciente, aumenta nuestra influencia en el medio y en la dirección coherente. . . “